La solución equivocada

El alcalde de Quito, Jorge Yunda, en carta pública contestó mi artículo ‘Quito: un mundo sin límites’, donde cuestioné su pretensión de que los ecuatorianos debamos pagar una nueva extensión del Metro. Su respuesta apareció en diario El Comercio.

Dice el Sr. Yunda que en 2018 “Quito aportó con $ 8,035 millones de USD, equivalentes a 53% de toda la recaudación fiscal del país”. Y es que el SRI reportó recaudaciones por $ 15,145 MM, de las cuales efectivamente $8,035 MM (53%) se registran en Quito. Sin embargo, el alcalde parece no saber que el SRI tabula por domicilio del emisor, no del contribuyente.

Editorial de J.J. Illingworth: La solución equivocada
Artículo de J.J. Illingworth: La solución equivocada

Esto significa que cuando Juan compra en un McDonald’s de Manta, Pedro en un Megamaxi de Cuenca y millones de ecuatorianos en Movistar, Fybeca, DirecTV (u otras empresas con matriz en Quito), el SRI pone el IVA de esas compras en la cuenta única y los registra como recaudación de Quito. Luego el Sr. Yunda consulta las estadísticas y escribe que “Quito es generosa”, porque lo pagado por millones de consumidores de todo el país ha sido aportado “por Quito”, según la equivocada afirmación de su alcalde, confundiendo la circunstancia legal del acto fiscal (emisor en Quito) con el origen territorial del verdadero contribuyente (nuestros bolsillos).

Pero este malentendido no se limita a las ventas nacionales (también sucede que las ventas de Claro se registran en Guayaquil, pero nuestra alcaldesa no dice que son nuestras). Hay bienes y servicios de casi exclusiva comercialización del Gobierno central, como gas, electricidad y gasolina que, con RUC de Quito, son facturados a los distribuidores. Esto sin contar que las compañías petroleras y otras multinacionales son, en la práctica, conminadas a domiciliarse en Quito. Así funciona el registro cantonal de recaudaciones.

En su confusión, el alcalde añade que “Quito recibió como transferencias del Gobierno central, el 12% de lo que entregó al Estado (aunque el dinero lo pagan todas las provincias). Pero en ese 12% “devuelto” señala que está un aporte para el Metro de $ 619 MM, sin mencionar que todos los demás cantones del país juntos (incluyendo Guayaquil), apenas recibieron $ 512 MM como “Componente B” (o sea las asignaciones del Cootad por encima de lo que recibían antes del 2010). Se comprende así por qué el Sr. Yunda dice que Quito tiene cubiertas el 97% de sus necesidades básicas, lo que no sucede en los 220 cantones restantes. Para cualquier ecuatoriano esta inequidad es una barbaridad y sus propias cifras deberían llevarlo a concluir que es más prioritario atender obras que beneficiarían a provincias enteras, antes que a un barrio de Quito, como en la extensión del Metro a La Ofelia. Para el Sr. Yunda, en cambio, “todas las obras que se hagan (en la capital) son legítimas y representan un avance para todos”.

Y hay más, el Sr. Yunda, solo cuenta las transferencias hechas al Municipio, y no el dinero que el Gobierno central gasta en Quito directamente, como en las obras viales de la ruta Collas, el arbolito, Guayasamín, Ruta Viva, Perimetral y la prolongación Simón Bolívar, las cuales juntas suman $ 2,295 MM, es decir tres veces el aporte del país para el Metro de Quito. Tampoco se refiere a la denuncia de César Montúfar sobre la corrupción en el contrato del Metro con Odebrecht, lo que sugiere que le es indiferente.

Al final, el Sr. Yunda califica de “provincianismo” el que protestemos contra la injusta distribución de los recursos públicos. Con adjetivos reemplaza el análisis de lo sustantivo.

El país conoce que no fue el Sr. Yunda quien llevó al municipio de Quito al estado de derroche e ineficiencia actual (57 instituciones con 21 mil empleados). Pero la solución a ese problema no puede ser pedirle al país que carguemos con ese muerto, la situación de las provincias no está para seguir soportando privilegios.

Autor:   Juan José Illingworth

Fuente:   El Universo

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